viernes, 27 de marzo de 2015

Generación del 44



La Generación del 44 fue una de las generaciones literarias más representativas del siglo XX en El Salvador, y fue llamada así porque en 1944 un grupo de escritores se pronunciaron en contra de la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez, que gobernaba en el país. Esta dictadura sería duramente criticada por un grupo de escritores salvadoreños, cada uno desde su propio ámbito literario y periodístico. De esta manera, los escritores de la Generación del 44 jugaron un papel muy activo en el movimiento democrático que puso fin a la dictadura.

Pedro Geoffroy Rivas





Pedro Geoffroy Rivas
Nació en Santa Ana (1908-1959) fue poeta, lingüista y periodista. Estudió derecho y antropología en México. Dirigió la Editorial Universitaria y el Patrimonio Cultural. Fue miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Lengua y catedrático universitario. Debido a su militancia política de izquierda sufrió el exilio y fue perseguido político en varias ocasiones. En 1977, obtuvo el Premio Nacional de Cultura.
                          

Entre la obra editada de Pedro Geoffroy tenemos, podemos mencionar: Rumbo (poesía, México, 1934); Canciones en el viento (poesía, 1936); Mi abuelo Masferrer (ensayo, 1953);Toponimia Náwat de Cuscatlán (ensayo, San Salvador, 1961);Sólo amor (poesía, San Salvador, 1963); Yulcuicat (poesía, San Salvador, 1965); El Náwat de Cuscatlán (ensayo, San Salvador, 1969); El español que hablamos en El Salvador (diccionario, San Salvador, 1969); Vida, pasión y muerte del Anti-Hombre(poesía San Salvador, 1977); Los nietos del Jaguar (poesía, San Salvador, 1977); La lengua salvadoreña (ensayo, San Salvador, 1978); Para cantar mañana, poesía; y Cuadernos del exilio, (poesía).

Poema: 


Vida, pasión y muerte del anti-hombre
Poema publicado el 22 de Octubre de 2001
              
Nascencia en el paisaje igual a siempre y olvidado siempre,
Incierto, de cenizas amarillas y dulces,
Idéntico a sí mismo desde hace quién sabe cuántos vagos y ardorosos milenios,
Ecuación desmedida en el preciso instante en que el grito y la sangre se confunden,
Allá
Cuando mi madre era más bella entonces
Que todos los huertos frutecidos en el sueño con hambre de los hombres.

Milagrosamente,
Mi corazón de nube desató sus silencios
Y mis ojos con nidos donde van y vienen mariposas y velas,
Estremecieron la luz al deshojar la planta sin nombre de un recuerdo.

Entonces fue,
En lo más hondo de su tierra,
Entre limos de angustia, despiadados torrentes y lejanos misterios,
En vuelcos trascendentes desahogando sus ríos,
La renuncia fatal,
La escisión fragorosa que se quedó entre los dos como un secreto
Como si alguien  nos arrancase un sueño de repente
Y el socavón oscuro quedara empapelado de tristeza.

Con un afán de árboles,
Ella desenterró sus muertos para esta mi vida en que culminan diez millones de vidas,
Crucificó su sombra en el corte de todos los caminos para mi anhelo alzado y sin fronteras
Y nutrió mis raíces en el hueco de una vieja nostalgia de ojos madrugados.

Y fui yo solo entonces a taladrar mi brecha,
Prolongando un dolor que me llegaba nadie sabe de dónde,
A llenar mi destino de ser apenas un jalón en el sueño,
A pulir mi diamante, a descubrir mi pozo,
A levantar muy alto unas cuantas banderas de alegría.




Hugo Lindo



Hugo Lindo Olivares


fue un poeta, novelista, diplomático, político y abogado salvadoreño nacido en el Puerto de La Unión (El Salvador), el 13 de octubre de 1917, dentro de una familia de clase media trabajadora.
Estudió en la Universidad de El Salvador, donde obtuvo el título de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales. En 1947 hizo un viaje como diplomático a Corea.
Fue embajador de El Salvador ante la República de Chile (1952-1959) y ante la República de Colombia (1959-1960). Fue Ministro de Educación en 1961 y volvió al servicio diplomático como embajador de El Salvador en España (1969-1972). Cuando regresó a El Salvador, montó una librería y galería "Altamar", hasta que la crisis económica le obligó a cerrar. Participó en la fundación de la Universidad "Dr. José Matías Delgado" y se desempeñó como Decano de la Facultad de Bellas Artes de dicha Universidad hasta su fallecimiento (1979-1985).
A nivel personal, estuvo casado con Dña. Carmen Fuentes; y tuvieron 7 hijos, uno de ellos el escritor Ricardo Lindo Fuentes. Falleció en San Salvador, el 9 de septiembre de 1985, a la edad de 68 años. En 2005, la VII Semana de la Lectura de El Salvador estuvo dedicada a su memoria, y en el año 2010 otro homenaje en conmemoración de los 25 años de fallecimiento, por parte de la Universidad Dr. José Matías Delgado. Sus libros están incluidos entre los obligatorios en los colegios salvadoreños.
 
Obra jurídica

Como jurista, obtuvo la Medalla de Oro a su tesis doctoral El divorcio en El Salvador; y posteriormente a la desaparición de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), publicó unas reflexiones sobre la misma, en La Integración Centroamericana ante el Derecho Internacional (1971).

Obra Poética
 
Publicó los poemarios

Poema eucarístico y otros (1943),
Libro de Horas (1948),
Sinfonía del Límite (1953),
Trece instantes (1959),
Varias Poesía (1961),
Navegante río (1963),
Solo la voz (1968),
Maneras de llover (1969),
Este Pequeño Siempre (1971),
Resonancia de Vivaldi (1976),
Aquí mi Tierra (1979),
Fácil Palabra (1985),
Y de manera póstuma se publicaron varias obras, que dejó como testamento vital, realizadas de manera febril al sentir próximo su final; a saber:
Desmesura (1992),
Prólogo a la Noche (1999),
Casi en la Luz (1999)

Y con el nombre Mañana Será el Asombro, se publican tres tomos de su poesía completa, el primero en 2006, el segundo en 2008 y el tercero en 2010.

Poema: 3 A.M.

-Madre, ¿de qué son las olas?
-Son de jade movedizo
-¿Y los horizontes?... ¡de vidrio!
-Madre, yo quiero quebrarlos...
 
Madre, ¿de qué son las velas?
-Son de sueño...
-¿Y los novios?
-¿Los novios? ¡De aventura y de
esperanza y de hechizo!...
-¿Verdad, madre, que me harás
una gorra de marino?
 
-Madre, ¿adónde van los viajes?
-¿Los viajes?... van al olvido...
-Y los barcos que no viajan,
¿por qué se quedan?
-¡Por los niños!...
-Madre cuando sea grande,
¡yo también me iré al olvido!...